CUANDO SE PONE PICANTE... EL LÁTIGO ES EL MEJOR
Para ese instante deseado, esa perspicaz señal que pide y reclama más... Ahí, es cuando el divino poder de este producto enciende, quema y arde sobre la piel de quien lo reclamaba.
Quien lo posea ya se adueña del rol dominante. Será quien corrija los movimientos de la pareja, el placer, el ritmo de los gemidos y jadeos.
Trabajado a mano con un rígido mango en eco cuero, junto con remaches que aportan buena terminación y brillo.
Tiene 40 cm de largo total. Con flecos en eco cuero que serán los autores del castigo picante. De ese hermoso sonido en la carne ardiente de la pareja.
Finaliza con un práctico sujetador a la muñeca.
Fácil de limpiar.
